¿Qué es de tu ex?

Casi un tercio de los visitantes habituales de los sitios de chat en la Red intentan averiguar qué ha sido de sus ex parejas según una encuesta realizada en Gran Bretaña. Así, un 29 por ciento de los sondeados admiten que utilizan los sitios de encuentros para enterarse de la vida que llevan sus antiguos ligues.

La obsesión por los "ex" es particularmente acusada entre quienes se encuentran en la horquilla de 25 a 34 años. En ese tramo de edad, un 39 por ciento de los internautas adictos a sitios como MySpace, Facebook o Friends Reunited buscan pistas de antiguos novios o novias.

Aparte de estos romanticismos bien o mal entendidos, otras personas por las que los internautas habituales del chateo se interesan, no necesariamente para bien, son los jefes y los colegas de trabajo. También casi un tercio de los encuestados reconocieron esa inclinación.

Por otra parte, el sondeo revela que un 25 por ciento de los 10,8 millones de británicos registrados en sitios web se han expuesto a ser víctimas de delitos en línea al facilitar indebidamente datos personales como la fecha de nacimiento y el lugar de residencia.

Detenido por robar en una comunidad en línea

Un portavoz de la policía de Amsterdam (Holanda) ha confirmado las informaciones que en los últimos días señalaban que un adolescente de 17 años había sido acusado de robar bienes virtuales por valor de unos 4.000 euros de las habitaciones de otros jugadores de Habbo Hotel, una popular red social para jóvenes, convirtiéndose así en el primer detenido en Holanda por robar muebles virtuales en una comunidad en línea.

El supuesto ladrón logró llevar a cabo el robo accediendo sin permiso a las cuentas de otros usuarios. Éstos pueden crear sus propios personajes para interactuar en la comunidad, decorar su propia habitación y participar en una serie de juegos.

Además del detenido, otros cuatro jóvenes de 15 años han sido interrogados por la policía holandesa, que fue alertada del robo por los administradores del sitio de internet.

Habbo Hotel es un proyecto en línea propiedad de una compañía finlandesa llamada Sulake, que el pasado mes de octubre anunció que había superado ya los 81 millones de usuarios registrados en 31 países diferentes.

Internet es una amenaza

"Internet es una verdadera preocupación, y no creo que tengamos la solución todavía", ha dicho Mike Smith, un australiano que comenzaba esta semana su trabajo como responsable de la Dirección Ejecutiva Antiterrorismo de Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos).

"En los viejos tiempos, los extremistas tenían que cruzar fronteras para planear o atacar lugares. En la actualidad, muchas de esas cosas pueden ocurrir en la Red: pueden dar instrucciones, pueden coordinarse, pueden reclutar a través de esas páginas web jihadistas", explica.

"La gente tiene que saberlo, las comunidades tienen que saberlo, la gente que lleva cibercafés, grupos juveniles y cosas semejantes necesita tomar algunas medidas, o estar alerta y preparados para hablar con las autoridades cuando vean algo que les preocupa", dice.

La amenaza del terrorismo internacional empieza a retroceder en algunos campos, pero internet es un arma potente.

Smith, de 58 años, que posee la categoría de asistente del secretario general, tiene como tarea fomentar la cooperación antiterrorismo entre los estados miembros y promover la cooperación en medidas decididas por el Consejo de Seguridad. Dice que le gustaría que el organismo mundial liderase una campaña de concienciación mundial contra la militancia asistida por internet, utilizando educación en las escuelas y agencias de Naciones Unidas como la UNESCO.

De mayores quieren ser spammers

Aunque el fenómeno spam, tal y como se le conoce hoy día, surgió el 5 de marzo de 1994, cuando la firma de abogados Canter and Siegel publicó un anuncio en usenet, que facturó cerca de 10.000 dólares el primer día, esta modalidad de correo basura no solicitado debe su nombre a una lata de carne en conserva.

En 1937, la compañía de charcutería estadounidense Hormel Foods puso en el mercado un producto revolucionario: carne enlatada Hormels Spiced Ham. Poco a poco su fama fue creciendo y su inventor decidió buscar un nombre corto y contundente: spam. Alimento de soldados durante la segunda guerra mundial, en los años 60 dio el salto al resto de países.

Pero en 1970 los cómicos británicos Monty Python aprovecharon la fama cosechada por la carne en conserva para ridiculizarla. En uno de sus famosos sketches, un grupo de vikingos cantaban a coro al 'spam', repitiendo la marca una y otra vez hasta conseguir transmitir lo que en nuestro idioma se traduciría como 'se repite más que el ajo'.

Ahora, en la era de las nuevas tecnologías, este concepto que se ha recuperado para definir a este tipo de publicidad repetitiva y desagradable, enviada de forma masiva y que procede, en su mayor parte de Estados Unidos, Corea del Sur y China, es una auténtica manera de hacer negocio: poca inversión, tanto de tiempo como de dinero, para obtener altos beneficios. Así, los spammers trabajando sólo a tiempo parcial unas 20 horas al mes pueden llegar a ganar sin ningún esfuerzo unos 4.838 euros, según un informe elaborado por la compañía alemana de seguridad G-Data, es decir, que en un mes, con una jornada normal, de 160 horas mensuales, se embolsarían más de 40.000 euros.

Teniendo en cuenta que las tarifas “rondan los 30 euros la hora y los 150 euros el día”, como explica Ralf Benzmüller, director del laboratorio de seguridad de la compañía, no es de extrañar que los piratas informáticos se muevan por la Red como pez en el agua. Además, como en todo negocio, en el mundo del spam también existen las ofertas y se pueden encontrar ‘chollos’ como “20 millones de correos basura desde tan sólo 350 euros”, asegura Benzmüller.

Pero su campo de acción no se queda en el simple bombardeo de correos basura, sus acciones van más allá. Otra de las prácticas generalizadas entre el sector es el control de miles de ordenadores esclavos mediante los cuales ofertan redes zombies para bloquear páginas webs y así poder pedir una recompensa a cambio de liberarlas.

Otra de sus prácticas generalizadas consiste en la compraventa de cuentas de juegos en línea, información de tarjetas de crédito o cuentas de Paypal. Y es que, según explica el informe de G-Data, juegos como World Of Warcraft (WoW), uno de los que más adeptos tiene entre los internautas, llegan a tener una cuota en el mercado negro de 6 euros por cuenta, mientras que las tarjetas cuestan 3 euros de media.

Con todo, el rey de los negocios para los piratas informáticos sigue siendo la venta de software gracias a los agujeros en la seguridad de los programas más populares como en Windows o Linux.