La-WWW (El fin de un Imperio)

("De aquí a unas pocas décadas -a contar a partir de hoy que lo lees- nadie recordará qué fue esta cosa llamada Internet".) ¿Qué se está cociendo en los últimos días del Imperio WWW?

Total Internet
Escuece y escuece bastante. Aunque dejes de mirar, no dejará de pasar.
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Cintas de vídeo
Videos por un tubo en recopilación constante por la red.
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martes, octubre 31, 2006

Los ases del fútbol británico, adictos a la pornografía en la Red

Las apuestas en Internet y la pornografía son, según la prensa inglesa, la triste forma de matar el rato de los futbolistas británicos, a falta de inquietudes algo más cultas. El tema lo ha destapado The Times y ha recibido un amplio eco. La adicción de los futbolistas ingleses en su tiempo de ocio es el uso compulsivo de Internet en sus peores vertientes: la pornografía y las apuestas. Según Peter Kay, experto en este tipo de problemas, las pocas inquietudes y la soledad en las concentraciones, unida a la importante cantidad de dinero que manejan, ha convertido a los futbolistas en adictos."Son jóvenes que llevan vidas solitarias, sobre todo cuando se refugian en las habitaciones de los hoteles desde las ocho de la tarde hasta las ocho de la mañana siguiente", declara Kay, director general de la Sporting Chance Clinic, un centro creado por el ex jugador Tony Adams, alcohólico rehabilitado que sueña con terminar con las adicciones de muchos deportistas. Kay cuenta a la BBC que siempre ha habido problemas de drogas, de millonarias timbas de cartas y de alcoholismo entre las estrellas del fútbol internacional, pero "ahora se van a su habitación con su ordenador portátil y se sumergen, en la soledad de su habitación, en el porno más duro de la Red". Otros llegan a perder hasta 40.000 euros en una noche tras visitar las casas de apuestas On line. Y lo peor es que no saben parar. Se comportan de forma compulsiva también con el porno. "Visitar una web porno una vez no es ningún problema, pero sí más de 15 veces al día", declara el médico, que añade que "muchos apagan el ordenador y se dicen a sí mismos que no lo van a encender más... aunque aguantan cinco minutos".