Ganarse la vida con Ebay

Más de 150.000 personas en todo el mundo hacen de las subastas a través de la red su sustento vital (y es que el que no quiere pegar ni sello se busca las mil y una para no trabajar. A estos les daba un pico y una pala y los ponía a cavar zanjas en la calle. ¡Panda de vagos!).

El día que Pierre Omidyar, fundador de la web de subastas Ebay, vendió un puntero láser roto supo que su idea funcionaría. Omidyar quiso asegurarse de que el comprador sabía que el objeto por el que estaba a punto de pagar 13,83 dólares estaba estropeado. La respuesta no pudo ser más esclarecedora: "me gusta coleccionar punteros láser rotos". (¡Pero qué puñetas le pasa al ser humano! ¿Nos estamos volviendo locos o qué? Vamos de cabeza al desastre, a la tercera guerra mundial, ¡es que nadie se da cuenta!)

La empresa cuenta hoy con más de 212 millones de usuarios, tal y como publicó el pasado 19 de octubre el mismo portal estadounidense en su blog oficial. El equivalente a la quinta nación más poblada del mundo. La página, que ha sido imitada por otras webs, no sólo ofrece objetos insólitos. En esta lonja virtual también hay quién ha encontrado una mina para el negocio. "Eliminamos intermediarios" y los productos "tienen un precio inferior al habitual", señala el escultor madrileño Luis Urrea, cuya empresa ofrece sus creaciones a través de internet desde el año 2004. Urrea descubrió las posibilidades de su negocio en la red "olfateando el mercado y viendo hacia donde se dirigían las tiendas de regalos con tanta importación de Oriente" e indagando "en el negocio online de EE.UU." A día de hoy, tiene un equipo de tres personas dedicado a las gestiones en la red, lo que le permite un "trato directo con el cliente final". Las ventas suponen "el 60% de los beneficios".

(¡A trabajar, coño, a trabajar!)