¡Más madera, es la guerra!

Los ministros del Interior y de Justicia del G8 (Alemania, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Italia, Japón y Rusia) han acordado tras un encuentro de dos días en Múnich, en el sur de Alemania, mejorar la cooperación en la lucha contra el ciberterrorismo, la falsificación de productos y el turismo sexual pedófilo, entre otros delitos.
Así, se han comprometido a crear, en cada uno de los Estados, una célula de contacto disponible 24 horas al día durante los siete días de la semana que permita intercambiar informaciones determinantes para impedir que los terroristas progaguen su propaganda vía internet. (Vamos a por vosotros, capullos. Vais a llorar sangre.)

Sobre la lucha contra la falsificación de productos, un problema que "atenta contra la capacidad de innovación de las economías nacionales", los súper Ocho abogan por mejorar sus respectivas legislaciones para que las empresas puedan defender sus derechos ante la Justicia sin necesidad de la presencia del presunto falsificador.

Asimismo estudian la manera de mejorar la lucha contra los pedófilos occidentales que viajan al extranjero para abusar sexualmente de niños. En cada uno de los ocho Estados, la ley ya permite perseguir a un pederasta aunque los hechos se hayan cometido en un país extranjero.

(Eso está bien. Habría que cortarles la pilila.)